Piet Oudolf nació en 1944 en Holanda. Sus padres tenían un pequeño restaurante, cerca de un parque de flores silvestres....
Las plantas de flores comestibles suman color y textura a la huerta, pero también ayudan a atraer picaflores, abejas o a evitar plagas. En esta nota te contamos qué especies podés cultivar en otoño, dónde ubicarlas y cómo usarlas en tus comidas para darle un toque gourmet a los platos.

Intercalada con lechugas moradas, compone bordes muy ornamentales en las estaciones frías. Se puede consumir cruda en las ensaladas; también es una estupenda decoración de los platos.

Por su tamaño, es ideal para las huertas en macetas. Se pueden cultivar en los bordes del cantero o asociadas a lechugas, cebollas de verdeo, hinojos o rúculas, para aportar color. Sus pétalos se suelen añadir en ensaladas dulces y saladas.

De flores grandes, simples o dobles, de color amarillo, lila, rojo, rosado, bordó, violeta o azul con el centro amarillo, sus pétalos se consumen en ensaladas verdes o se utilizan para decorar.

Es ideal para cultivar al pie de los frutales y para atraer abejas o picaflores. Sus flores se pueden consumir en ensaladas, sus hojas se pueden usar como roll, rellenas de atún o pollo o en infusión, como preventivo de resfríos, y sus frutos, como “falsas alcaparras”, macerados tres días en vinagre de manzana.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-jardin/huerta-de-otono-cuatro-flores-comestibles-para-sumar-color-a-tus-platos-nid22042021/
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